¿Cómo funciona un rociador contra incendios y por qué es crucial su mantenimiento?

Rociador contra incendios en techo industrial con deflector y ampolla térmica visible, parte del sistema de protección activa revisado según norma NFPA 25.

Los rociadores automáticos contra incendios son un componente vital en los sistemas de protección activa. Aunque muchas veces pasan desapercibidos, estos dispositivos pueden ser la diferencia entre un incidente controlado y una emergencia de gran impacto.

¿Qué es un rociador automático contra incendios?

Un rociador automático es un dispositivo instalado en el techo o zonas altas de una edificación, diseñado para liberar agua cuando detecta una temperatura elevada, producto del inicio de un incendio. Su activación es automática y localizada, lo que lo convierte en una herramienta eficiente y precisa para contener fuegos en etapas tempranas.

¿Cuáles son las partes de un rociador?

Un rociador está compuesto por:

  • Ampolla térmica: cápsula de vidrio con un líquido sensible al calor.

  • Cuerpo del rociador: estructura metálica que conecta con la red hidráulica.

  • Deflector: disco o superficie que dispersa el agua en forma de lluvia fina.

¿Cómo se activa un rociador automático?

El funcionamiento de un rociador se basa en la temperatura ambiente. Cuando el calor generado por un incendio supera los 68°C (valor estándar, aunque puede variar según el tipo de ampolla), el líquido dentro de la ampolla térmica se expande, rompe el vidrio y permite que el agua fluya a presión. Esta se dispersa de forma uniforme gracias al deflector.

¿Por qué no se activan todos los rociadores al mismo tiempo?

Una de las principales ventajas del sistema de rociadores automáticos es que solo se activa el rociador más cercano al foco de calor. Esto evita el desperdicio de agua, reduce daños colaterales y garantiza una respuesta más eficiente.

Fallas comunes en rociadores contra incendios

Durante nuestras inspecciones, encontramos errores frecuentes que pueden comprometer todo el sistema:

  • Obstrucciones por polvo, grasa o pintura.

  • Golpes accidentales que dañan la ampolla térmica.

  • Falta de presión hidráulica en la red que alimenta el sistema.

Estas condiciones impiden que el rociador funcione correctamente en caso de incendio.

¿Cada cuánto se deben inspeccionar y mantener los rociadores?

De acuerdo con la norma NFPA 25, los rociadores deben:

  • Ser inspeccionados visualmente al menos una vez al año.

  • Realizar pruebas funcionales periódicas, especialmente en zonas críticas.

Además, cualquier rociador que haya sido pintado, golpeado o que muestre signos de obstrucción debe ser reemplazado inmediatamente.

Mantenimiento de rociadores en Colombia

En Inspecciones S.A.S. realizamos:

  • Diagnóstico técnico del estado de los rociadores

  • Pruebas funcionales para verificar presión y respuesta

  • Mantenimiento preventivo y correctivo conforme a la normativa NFPA 25

Trabajamos en propiedad horizontal, industria, comercio y sector institucional, con cobertura nacional.


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