
El agua potable es un recurso esencial para cualquier instalación, pero su calidad y disponibilidad dependen directamente del estado de su sistema hidráulico. Tanques, bombas, válvulas y tuberías trabajan de manera conjunta para garantizar que el agua llegue limpia, con la presión correcta y sin interrupciones. Sin embargo, con el paso del tiempo, estos componentes pueden deteriorarse y comprometer tanto la eficiencia como la salubridad del servicio.
La acumulación de sedimentos, incrustaciones y óxido dentro de los tanques y tuberías es uno de los problemas más comunes. Estos depósitos no solo reducen el flujo de agua, sino que pueden albergar bacterias y contaminantes peligrosos. A esto se suma el desgaste natural de válvulas, empaques y sellos, que puede provocar fugas y pérdidas de presión. Incluso una bomba en buen estado mecánico puede fallar si el sistema presenta obstrucciones o si el tanque hidroneumático no mantiene la presión adecuada.
Un plan de inspección técnica debe incluir, como mínimo:
- Revisión del tanque de almacenamiento, verificando limpieza interna, corrosión y estado de la membrana (en tanques presurizados).
- Medición de presión estática y dinámica para detectar caídas que indiquen fugas o bloqueos.
- Comprobación de la hermeticidad de las válvulas y su correcto funcionamiento.
- Limpieza y desinfección preventiva para evitar proliferación bacteriana.
- Evaluación del estado de las bombas y del sistema de control automático.
Además, en sistemas de agua potable es crucial el correcto funcionamiento del tanque hidroneumático o hidroacumulador. Este componente mantiene la presión constante, evita el arranque y paro excesivo de las bombas, y ayuda a prevenir golpes de ariete que dañan tuberías y accesorios. Si el tanque pierde aire, presenta fuga de agua por la válvula o tiene la membrana rota, el sistema pierde estabilidad y eficiencia.
Beneficios de un mantenimiento preventivo bien ejecutado:
- Prolonga la vida útil de tanques, bombas y tuberías.
- Mantiene la calidad del agua dentro de los parámetros exigidos por la normativa.
- Reduce el riesgo de fallas imprevistas y paradas no programadas.
- Asegura una presión y caudal constantes en todos los puntos de consumo.
- Evita multas y sanciones por incumplimiento de normas sanitarias.
La inspección y el mantenimiento no son gastos, sino una inversión en seguridad, eficiencia y cumplimiento legal. En Inspecciones S.A.S., contamos con personal calificado, equipos de medición de alta precisión y procedimientos certificados para garantizar que tu sistema de agua potable funcione en condiciones óptimas durante todo el año.
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