
La frecuencia mínima: lo que dice la normativa
En Colombia y de acuerdo con los estándares internacionales (como los de la NFPA, la Asociación Nacional de Protección contra Incendios), un sistema de alarmas debe ser inspeccionado al menos dos veces al año:
Una inspección anual, completa y técnica.
Una inspección semestral, con pruebas visuales y mecánicas.
Además, si el sistema incluye rociadores automáticos (sprinklers), la frecuencia se incrementa, ya que se requieren inspecciones trimestrales adicionales.
¿Qué se hace en cada inspección?
Inspección trimestral
Revisión visual de todos los equipos para confirmar que no haya daños físicos.
Verificación de que todos los componentes estén limpios y sin obstrucciones.
Inspección semestral (cada 6 meses)
Evaluación visual, física y mecánica del sistema completo.
Prueba de detectores, alarmas, estaciones manuales y paneles de control.
Inspección anual
Revisión técnica completa del sistema.
Prueba de detectores de humo y calor, baterías, relés de salida, sirenas y paneles.
Simulación de eventos para comprobar que las señales y alarmas se activen correctamente.
Estas inspecciones permiten detectar fallas invisibles: daños por humedad, corrosión, fluctuaciones de voltaje o simplemente desgaste por el paso del tiempo.
Por qué no basta con una inspección interna
Aunque algunas empresas creen que sus propios técnicos pueden “verificar” el sistema, las aseguradoras y la normativa exigen que la inspección sea realizada por una empresa certificada, con técnicos calificados y equipos calibrados.
Contar con documentación oficial de las pruebas también es clave para evitar problemas con reclamaciones de seguros o sanciones regulatorias.
Lo que incluye una inspección profesional
En una inspección a cargo de una empresa especializada como Inspecciones S.A.S., se revisan elementos como:
Detectores de humo y calor
Estaciones manuales de alarma
Sirenas y notificaciones visuales
Detectores de monóxido de carbono
Panel de control, fuentes de alimentación y baterías
Comunicación y señales de emergencia
Además, se verifica que los valores de las lecturas sean los correctos y que los sistemas de respaldo funcionen.
¿Qué pasa si se detecta un problema?
Si durante la inspección se detectan fallas, se puede recomendar el reemplazo de equipos o ajustes puntuales. Factores como corrosión, polvo, humedad o instalaciones defectuosas pueden deteriorar los componentes más rápido de lo esperado.
Por eso, una inspección periódica no solo garantiza que el sistema funcione hoy, sino que ayuda a planificar su mantenimiento y alargar su vida útil.
Conclusión
En seguridad contra incendios no hay margen para errores. La única manera de asegurarte de que tu sistema de alarmas cumpla su función cuando se necesita es inspeccionarlo y probarlo periódicamente con expertos certificados.
En Inspecciones S.A.S. combinamos experiencia, normativa y tecnología para garantizar que tu sistema responda.